Desde siempre el sueño de todo jugador
europeo es jugar en la mejor liga del mundo, la NBA. Mejores salarios,
mayor repercusión y cuando consiguen asentarse estar en el “star
system” del baloncesto mundial. Muchas veces parece que si no estas en
la NBA no estás y a la menor oportunidad de poder ir el jugador no se lo
piensa dos veces. Muchos europeos, ahora me vienen a la memoria Petrovic, Divac, Sabonis, Ilgauskas, Kukoc, Pau Gasol, Parker, Pekovic o Nowtizki y
seguro que me dejo muchos, han logrado triunfar al otro lado del
charco. Pero por contra a lo largo de estas más de dos décadas no hemos
encontrado con muchos juguetes rotos. Jugadores de contrastada calidad
que bien por ir demasiado noveles, bien por no adaptarse o bien por
intentar su aventura en el lugar y tiempo inadecuado no han podido
triunfar o incluso sufrieron el ostracismo en sus carnes. En la NBA no
es oro todo lo que reluce y en este articulo vamos hacer una lista de
grandes jugadores europeos que han sufrido en la denominada “mejor liga
del mundo”.
Nuestro Fernando Martín puede ser el primer ejemplo, podemos pensar que dada la época el solo hecho de estar allá podía ser un éxito pero lo cierto es que sus 0.9 punto y 1.2 rebote por partido en los Blazers 86/87 es un ínfimo bagaje para un jugador de la calidad y raza del madrileño.
Nuestro Fernando Martín puede ser el primer ejemplo, podemos pensar que dada la época el solo hecho de estar allá podía ser un éxito pero lo cierto es que sus 0.9 punto y 1.2 rebote por partido en los Blazers 86/87 es un ínfimo bagaje para un jugador de la calidad y raza del madrileño.
Aunque al final triunfó a pocos se les escapa el sufrimiento de una mega estrella como Drazen Petrovic que sufrió en sus primeros años en los Blazers. En la 89/90 con 7.6 puntos y en mitad de la 90/91 con 4.4 puntos
por partido. De ser un dios en Europa al fondo de un banquillo NBA.
Luego en los Nets veríamos el Drazen de siempre pero su trabajo le
costó.
Zarko Paspalj fue otro talento que pasó sin pena ni gloria por la NBA, breve fue su experiencia en los Spurs 89/90 con 2.6 puntos por partido.
Alexander Djordjevic es
otro singular ejemplo, uno de los mejores bases europeos de siempre
pasó por la competición de resfilón. Solo 8 partidos en los Blazers 96/97 con 3.1 puntos por partido.
A finales de los 90 el pívot serbio Zeljko Rebraca tras dominar las zonas europeas probó fortuna en la NBA. Tras jugar medianamente bien en su año rookie en los Pistons 01/02 con 6.9 puntos se hundió en los distintos banquillos de Pistons, Hawks y Clippers durante cinco años.
En la 02/03 un jugador de la calidad de Igor Rakocevic pasó brevemente por los Timberwolves con 1.9 puntos por encuentro.
Ese mismo año sufrió el duro banquillo jugadores contrastados como Efthimos Rentzias en los Sixers con 1.5 puntos.
Lo mismo le pasó al gran Antoine Rigaudeau con 1.5 puntos en los Mavericks. Un hombre que lo fue todo en Europa y que en la NBA simplemente no cuajó.
Ibrahim Kutluay, absoluto estrella turca en Europa y que en la NBA solo fue capaz de jugar 5 partidos en los Sonics 04/05 e incapaz de anotar un solo punto.
Un jugador como Viktor Khryapa pasó cuatro años, dos en los Blazers y dos en los Bulls. 5.8 puntos por partido con los Blazers 05/06 fue a lo máximo que llegó.
Otro dios europeo, esta vez el heleno Vassilis Spanoulis vio con impotencia como solo pudo aportar 2.7 puntos en 31 partidos en los Rockets 06/07.
Y así poco a poco llegamos a la época más moderna y nos encontramos que jugadores que tenían un prometedor recorrido luchan en la NBA por unos pocos minutos, Jan Vesely en los Wizzards, Tornike Shengeila en los Nets, Joel Freeland en Blazers, Nando de Colo en los Spurs o nuestro Victor Claver que prefieren los atractivos pero cegadores focos de la NBA antes de tener una solvente carrera en Europa.