En tu idioma

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

FINAL EUROLEAGUE; MÁXIMO TÍTULO CONTINENTAL CON AROMA HELENO, OBRADOVIC Y EL PANATHINAIKOS VUELVEN A REINAR (70-78)

Se fusionan en espacio que no en aliento dos de las aficiones más entregadas de viejo continente rendidas a la majestuosidad de sus equipos. Mucho se ha hablado de la ausencia de otros grandes que debieran estar pero así es el deporte, cualquier desliz conduce a la nada. Llegado el cuarto partido de esta Final Four, los amantes del baloncesto europeo merecen vivir un encuentro a la altura del acontecimiento. En Europa, corren malos tiempos para la “magia en las alturas” y cualquier flaco favor es un paso más hacia la sentencia que, entre murmullos, a veces se profetiza. Llegó el ocaso de la temporada, llegó el duelo último, llegó la final.

Primera canasta del MVP de esta edición de la Euroleague, la mano derecha y prolongación de Obradovic en la cancha, Diamantidis y Pnini, por su parte, es el encargado de estrenar la línea de 6.75 en un duelo que arranca con intensidad y fuerza. Los griegos tratan de buscar el juego interior a través del talento y visión de juego de Diamantidis lo que contrasta con la apuesta por la larga distancia de los macabeos; triple, ahora, firmado por el jugador de la semifinal, Eidson. Paralelamente, los hombres interiores del Panathinaikos consiguen ganar el primer pulso a Schortsanitis además de cargarlo con dos personales prematuras. Tras un tiempo muerto de Blatt, espoleo a sus hombres y nueva canasta de tres de Eidson, se adelantan los de Tel Aviv (13-11). Si bien, la entrada de Batiste y su buen entendimiento con el genio Diamantidis, aportan mayor robustez a los helenos, ¡tándem!

Sigue la conquista del 6.75 por parte del Maccabi para recortar distancias y mantener el partido vivo, que la muñeca de Eidson no pare; el estadounidense no estará en el cinco ideal pero merece reverencia. Y como la polivalencia es un bien escaso, ahí está Diamantidis para contestarle desde más allá de lo esperable y contra el crono. Agilidad de movimientos, soltura en el partido, baloncesto y, sí, también imprecisiones en la cancha. Después de unos instantes sin anotación que se prolongan en el corazón de baloncesto, Blu clava una sino otras dos de tres mientras que el Panathinaikos está cumpliendo con creces con el acometido de anular a ‘Big Sofo’. Mayor fluidez israelita en los últimos compases del segundo parcial.

Preciosa penetración de Pargo para seguir aportando espectáculo a esta final de finales y el mismo protagonista acierta desde el 4.60 y rebaja la diferencia a la mínima, ¡nuevo partido esta segunda mitad! No obstante, muy caras son las tres personales de dos de los pilares macabeos, Eidson y Schortsanitis. Y como los problemas no llegan aislados, se enlazan dos triples de Sato, a pase de Diamantidis, que quedan algo atenuados por un 2+1 de Blu. Pero un tiempo muerto anima a Nicholas a probar fortuna desde la larga distancia, ¡Panathinaikos on fire! 40-47 a tres minutos del parcial definitivo, la resolución de la trama europea. Gran momento griego que quiere romper el partido, Fotsis se cuelga después de sentar literalmente al rival. Aferrándose a la esperanza y sin permitir que tiemble el pulso, Blu la clava desde 6.75, Sato reacciona y contesta con la misma moneda.

Triple de Nicholas- lúcido en esta segunda mitad- para mantener la ventaja por encima del doble dígito, psicológica o no, ahí está la diferencia. A pesar de que el partido y el título parecen ya teñidos de verde, los de Blatt siguen luchando con uñas y dientes, en el parquet y en la grada. Pequeños errores se tornan en acciones imperdonables para el conjunto amarillo que juega con el tiempo en contra, 5 minutos y 12 abajo (51-63). No obstante, el leit motiv parece ser “mientras hay vida, hay esperanza” y a ella se aferra el Maccabi Electra para, lentamente, acercarse en el marcador. Mientras, Batiste, suma y sigue- la pintura absorbe su huella- a las órdenes de un Diamantidis líder. Espectacular el orgullo y coraje de los israelitas que no dejan de bregar hasta el último suspiro, momento Eliyahu. Tal es la entrega que a 1:20 del final vuelve el pulso nacido del corazón, 64-69. No obstante, la tendencia del encuentro y el genio de Diamantidis acaban decantando la balanza.

FICHA TÉCNICA
Maccabi Electra 70: Pargo (12), Pnini (8), Eidson (17), Eliyahu (12), Schortsanitis (4)- cinco inicial- Hendrix (-), Sharp (-), Blu (14), Burstein (-), Labanowski (-) y Macvan (3).
Panathinaikos 78: Calathes (4), Diamantidis (16), Sato (13), Fotsis (5), Vogioukas (4)- cinco inicial- Tepic (-), Maric (2), Perperoglou (2), Nicholas (14), Tsartsaris (-) y Kaimakoglou (-).

Parciales: 15-22, 15-11, 13-21, 27-24.
Árbitros: Mitjana (ESP), Lottermoser (ALE), Lamonica (ITA).
Incidencias: encuentro correspondiente a la final de la Euroleague disputado en el Palau Sant Jordi de Barcelona ante 15.768 espectadores.