Se fusionan en espacio que no en aliento dos de las aficiones más
entregadas de viejo continente rendidas a la majestuosidad de sus
equipos. Mucho se ha hablado de la ausencia de otros grandes que
debieran estar pero así es el deporte, cualquier desliz conduce a la
nada. Llegado el cuarto partido de esta Final Four, los amantes del
baloncesto europeo merecen vivir un encuentro a la altura del
acontecimiento. En Europa, corren malos tiempos para la “magia en las
alturas” y cualquier flaco favor es un paso más hacia la sentencia que,
entre murmullos, a veces se profetiza. Llegó el ocaso de la temporada,
llegó el duelo último, llegó la final.
Primera canasta del MVP de esta edición de la Euroleague, la mano
derecha y prolongación de Obradovic en la cancha, Diamantidis y Pnini,
por su parte, es el encargado de estrenar la línea de 6.75 en un duelo
que arranca con intensidad y fuerza. Los griegos tratan de buscar el
juego interior a través del talento y visión de juego de Diamantidis lo
que contrasta con la apuesta por la larga distancia de los macabeos;
triple, ahora, firmado por el jugador de la semifinal, Eidson.
Paralelamente, los hombres interiores del Panathinaikos consiguen ganar
el primer pulso a Schortsanitis además de cargarlo con dos personales
prematuras. Tras un tiempo muerto de Blatt, espoleo a sus hombres y
nueva canasta de tres de Eidson, se adelantan los de Tel Aviv (13-11).
Si bien, la entrada de Batiste y su buen entendimiento con el genio
Diamantidis, aportan mayor robustez a los helenos, ¡tándem!
Sigue la conquista del 6.75 por parte del Maccabi para recortar
distancias y mantener el partido vivo, que la muñeca de Eidson no pare;
el estadounidense no estará en el cinco ideal pero merece reverencia. Y
como la polivalencia es un bien escaso, ahí está Diamantidis para
contestarle desde más allá de lo esperable y contra el crono. Agilidad
de movimientos, soltura en el partido, baloncesto y, sí, también
imprecisiones en la cancha. Después de unos instantes sin anotación que
se prolongan en el corazón de baloncesto, Blu clava una sino otras dos
de tres mientras que el Panathinaikos está cumpliendo con creces con el
acometido de anular a ‘Big Sofo’. Mayor fluidez israelita en los últimos
compases del segundo parcial.
Preciosa penetración de Pargo para seguir aportando espectáculo a
esta final de finales y el mismo protagonista acierta desde el 4.60 y
rebaja la diferencia a la mínima, ¡nuevo partido esta segunda mitad! No
obstante, muy caras son las tres personales de dos de los pilares
macabeos, Eidson y Schortsanitis. Y como los problemas no llegan
aislados, se enlazan dos triples de Sato, a pase de Diamantidis, que
quedan algo atenuados por un 2+1 de Blu. Pero un tiempo muerto anima a
Nicholas a probar fortuna desde la larga distancia, ¡Panathinaikos on
fire! 40-47 a tres minutos del parcial definitivo, la resolución de la
trama europea. Gran momento griego que quiere romper el partido, Fotsis
se cuelga después de sentar literalmente al rival. Aferrándose a la
esperanza y sin permitir que tiemble el pulso, Blu la clava desde 6.75,
Sato reacciona y contesta con la misma moneda.
Triple de Nicholas- lúcido en esta segunda mitad- para mantener la
ventaja por encima del doble dígito, psicológica o no, ahí está la
diferencia. A pesar de que el partido y el título parecen ya teñidos de
verde, los de Blatt siguen luchando con uñas y dientes, en el parquet y
en la grada. Pequeños errores se tornan en acciones imperdonables para
el conjunto amarillo que juega con el tiempo en contra, 5 minutos y 12
abajo (51-63). No obstante, el leit motiv parece ser “mientras hay vida,
hay esperanza” y a ella se aferra el Maccabi Electra para, lentamente,
acercarse en el marcador. Mientras, Batiste, suma y sigue- la pintura
absorbe su huella- a las órdenes de un Diamantidis líder. Espectacular
el orgullo y coraje de los israelitas que no dejan de bregar hasta el
último suspiro, momento Eliyahu. Tal es la entrega que a 1:20 del final
vuelve el pulso nacido del corazón, 64-69. No obstante, la tendencia del
encuentro y el genio de Diamantidis acaban decantando la balanza.
FICHA TÉCNICA
Maccabi Electra 70: Pargo (12), Pnini (8), Eidson (17),
Eliyahu (12), Schortsanitis (4)- cinco inicial- Hendrix (-), Sharp (-),
Blu (14), Burstein (-), Labanowski (-) y Macvan (3).
Panathinaikos 78: Calathes (4), Diamantidis (16), Sato (13),
Fotsis (5), Vogioukas (4)- cinco inicial- Tepic (-), Maric (2),
Perperoglou (2), Nicholas (14), Tsartsaris (-) y Kaimakoglou (-).
Parciales: 15-22, 15-11, 13-21, 27-24.
Árbitros: Mitjana (ESP), Lottermoser (ALE), Lamonica (ITA).
Incidencias: encuentro correspondiente a la final de la Euroleague disputado en el Palau Sant Jordi de Barcelona ante 15.768 espectadores.